Segundo trabajo de Gonzalo Mateo Sanz de la serie Colección Monografías de Toponimia Ibérica. A coninuación se describe una breve sinopsis del texto y una introducción del mismo realizada por el propio Autor de la Obra
Hay un hecho constatable y conocido, y es el alto grado de parentesco que se observa entre topónimos de los cinco continentes.
Es sorprendente que pueda haber esta familiaridad toponímica entre el ámbito ibérico y el internacional, desde los países cercanos a los más lejanos.
Pero lo más significativo no es el hecho de que la toponimia española esté emparentada con la de éste o aquél país, sino lo que se deduce de los grupos presentados en esta obra afectando al parentesco entre sí de numerosos topónimos de países (Vietnam con Tanzania, Perú con Bangladesh, Japón con Australia, etc.) y regiones (Sudamérica con Asia-Pacífico, Oriente Medio con el África Negra, el Cáucaso con Australia, Extremo Oriente con Norteamérica, etc.), con lengua e historia aparentemente lejanas.
Para que se hayan podido compartir tantos topónimos y que persistan desde épocas antiguas, puede haber dos explicaciones:
a) Hubo una lengua originaria común, que tendría que haber sido cercana al actual euskera (para que desde él se pueda deducir tal parentesco), que se pudo originar en períodos muy antiguos (paleolíticos) y que se mantendría por siglos sin grandes cambios.
b) No hubo una lengua común, pero sí un flujo muy activo en épocas antiguas (que podría situarse desde bastantes miles de años atrás hasta siglos antes de nuestra era actual) con viajes frecuentes e intercambios culturales afectando de modo global y prolongado.
Ambas ideas chocan frontalmente con lo que se nos ha transmitido desde hace siglos y con lo que da por sentado la mayor parte de la humanidad. Pero rechazarlas por eso es algo que nunca puede hacer alguien que se tenga por científico o investigador.
INTRODUCCIÓN DEL AUTOR
«Esta obra que acabo de sacar, contiene varios miles de topónimos ibéricos ancestrales en orden alfabético, entremezclados en el mismo orden con otros extraibéricos procedentes de diversos paises de los cinco continentes.
Aplicando los diccionarios y raíces que sirven para entender nuestra toponimia se observa que también se pueden interpretar muchos términos de cualquier país del mundo. Muchos más de lo que solemos sobreentender.
Tal obra debería ser resultado de una investigación de muchos expertos, de muchos países, durante muchos años. Pero, aunque los expertos existen, no parece haber voluntad por su parte de hacerlo.
No creo que deba infravalorar sus conocimientos. Si un aficionado puede llegar a mostrar unos hechos así de modo contundente, ellos están en mucho mejores condiciones para hacerlo: no se hace porque no se quiere hacer, porque hay una voluntad de ocultar un hecho que por manifiesto es inocultable, aunque es verdad que sin un palizón como éste para reunirlos, la evidencia es más difusa.
Naturalmente, el tener que hacerlo de modo precario lleva a errores. A día de hoy ya he detectado muchos errores o matices de interpretación (etimologías a aplicar o traducción de la misma), que cualquier experto podrá igualmente deducir, pero eso no cambia el mensaje: siguen siendo miles de topónimos los que siguen siendo interpretables en el África profunda, en Extremo Oriente, en la América precolombina, en Australia…
Esta obra sólo pretende ayudar a romper la barrera de silencio que existe alrededor de un hecho tan obvio y animar a los demás a «empezar a trabajar de verdad en ello» (ésto es sólo descorrer la punta del velo)».
Un saludo.
Gonzalo Mateo Sanz
EL AUTOR
Gonzalo Mateo Sanz es Doctor en Biología, profesor titular de Botánica de la Universidad de Valencia e investigador del Jardín Botánico de Valencia. Se ha especializado en estudios florísticos y fitogeográficos, además de numerosos trabajos de taxonomía botánica, con especial interés por los géneros Biscutella, Hieracium y Pilosella, entre otros. Como experto en taxonomía de las plantas forma parte del equipo de Flora Iberica. Es editor de la revista Flora Montiberica y autor de libros como Claves Ilustradas para la Flora Valenciana, Atlas de la flora vascular silvestre de Burgos y sus actualizaciones de 2014 y 2016, Flora Valentina, Estudio monográfico sobre los géneros Hieracium y Pilosella en España, Catálogo florístico de las sierras de Gúdar y Javalambre (Teruel), Topónimos y apellidos españoles de origen ibérico o pre-latino etc., además de centenares de artículos sobre taxonomía y la flora del Sistema Ibérico.
Exiten miles de estudios de toponomía en todos los países y de sociedades que los investigan. Soy socio de de la Societat d’Onomàstica, hacemos coloquios en toda el área de habla catalana con cientos de artículos que puedes acceder a través de la web, además participamos en otras sociedades españolas e internacionales. Publicamos un anuario internacional y tres o cuatro revistas NOMS al año. En dos años hemos realizado tres coloquios en Valencia que se han celebrado en Elda, en Vistalegre de Peñagolosa y en Castellón.